Quizá no lo contemplas mucho ahora porque todavía estamos en plena batalla contra el Covid. Pero cada día que pasa queda menos, y pronto volverás a viajar y a acumular experiencias.
Para entonces, nos vamos preparando y tomamos nota de ideas. ¿Has oído que puedes intercambiar tu casa?
Es una modalidad que muchos viajeros han probado ya. La primera vez, con nervios por la novedad. Pero en esto hay consenso entre los usuarios: cuanto más lo pruebas, más interesante te parece esta nueva forma de viajar y conocer lugares nuevos.
¿Quieres saber más?
No solo en vacaciones: intercambiar tu casa puede ser una opción para todo el año
Quizá cuando te has puesto a pensar en esta idea de intercambiar tu casa, tenías en mente las vacaciones. Solo quiero decirte que no es la única posibilidad.
Imagínate que te encantaría irte a vivir a una ciudad nueva, en otro país, pero no de forma definitiva. Con un par de meses te bastaría. Intercambiar tu casa puede ser la solución.
O a lo mejor estás pensando en trasladarte definitivamente, pero antes querrías conocer de cerca la ciudad. La mejor manera es viviendo en ella unas semanas.
Así tomas contacto con el día a día, la gente, el clima, las compras, el metro… Todo eso te lo pueden contar, pero no hay como comprobarlo in situ. De nuevo: intercambia.
Si teletrabajas, entonces ya tienes una oportunidad de oro para viajar sin dejar de cumplir con lo laboral.
Y, por supuesto, las vacaciones. Normalmente las personas que recurren al intercambio de casa suelen coincidir con el perfil de viajeros que escapan del turismo masificado y valoran la experiencia local.
Además, puedes tener opciones amplias. Al ir a la casa de otra familia, puedes buscar una que sea como la tuya. Si tienen niños, habrá juguetes. O te permitirán viajar con tu perro, si ellos también tienen animales en casa.
Para conocer experiencias de otros te recomiendo que te pases por el blog de HomeExchange, una de las plataformas de intercambio más utilizadas y así empiezas a tomar contacto para saber cómo funciona esto.
¿Puedes intercambiar tu casa con seguridad? Sí, pero no a lo loco
Te lo confieso: intercambiar mi casa era uno de mis planes pre-pandemia. Así que no lo he probado todavía… pero he dedicado mucho tiempo a investigar cómo funciona, y sus pros y contras (que de todo hay).
Las plataformas de intercambio ponen en comunicación a las partes y facilitan que el entendimiento sea óptimo.
Además, recogen las opiniones de otros usuarios. Suelen ser muy fiables, leerlas cuenta mucho a la hora de tomar una decisión.
En el caso de que haya un problema se puede reportar a la plataforma. No obstante antes de estrenarte en el intercambio de casas te recomiendo que leas bien “la letra pequeña”, para saber de qué se ocuparán y de qué no en el caso de que hubiese algún problema.
La mayor garantía de seguridad en este tipo de plataformas colaborativas es que a todas las partes les interesa mucho que funcione.
Tanto si te toca ponerte en el papel de viajero como de anfitrión, estoy segura de que pondrás lo mejor de ti para que todo vaya bien. Y lo mismo la otra parte.
5 consejos muy básicos para una buena experiencia intercambiando tu casa
Ir a una casa ajena (y lo mismo cuando vienen otras personas a la tuya) es una experiencia viva que no tiene nada que ver con otro tipo de alquileres vacacionales.
Aquí vas a encontrar el sello personal de sus propietarios en todas partes: los estantes con libros, la forma de organizar la cocina, los detalles de decoración…
Yo he llegado a 5 consejos muy básicos para que todo salga bien:
1. Expón tus necesidades
Asegúrate de que el intercambio que solicitas encaja con lo que te hace falta. Es decir, no se te ocurra aparecer con tu perro si no te has asegurado antes de que tu destino es pet friendly.
O pedir el coche si no lo has apalabrado antes. Es posible hacerlo, pero la comunicación debe ser muy clara para evitar equívocos.
Por ejemplo, en mi situación actual, yo ya tengo fichadas un par de casas donde se ve que hay niños. Aunque por supuesto llevaré mis cosas, agradeceré que tengan una cuna y que haya utensilios de cocina para dar de comer a mi peque.
2. Sé flexible
La buena disposición y la actitud para solventar las pequeñas cosas, cuenta mucho para que haya un final feliz. Recuerda siempre que no es un hotel (para eso tienes otras opciones).
Vamos, que si te avisan de que hay un grifo tocado o que la cerradura de la puerta tiene truco, tómatelo con naturalidad. Seguro que tu casa también tiene sus “cosillas” (la mía sí, al menos).
3. Siéntete como en casa
En todos los sentidos, principalmente para cuidarla como si realmente fuese la tuya. Que no parezca que ha pasado Atila por ahí.
A partir de ahí, disfruta y aprovecha todo lo que puedas tanto la casa como a tus anfitriones, si coincides con ellos.
4. My home, my rules
Si te dicen que no se puede fumar dentro de casa o que la piscina está cerrada hasta una fecha determinada o que a partir de determinada hora no se puede hacer ruido… Da igual: cumple con las normas de la casa.
Los vecinos no tienen la culpa de que tú estés de vacaciones. Yo he tenido cerca algún apartamento turístico y sé lo que se sufre cuando los huéspedes no son civilizados.
5. Da las gracias
¿A que te encanta que los demás aprecien que te has esforzado para que estén a gusto? Pues haz lo mismo. Una nota agradable, un pequeño regalo sorpresa… crea momentos bonitos y dejarás huella.
Y además, los dueños te darán una buena valoración por si decides repetir experiencia en otra casa y en otro país.
Y ahora, cuéntame ¿valorarías intercambiar tu casa como opción para viajar? ¿Qué es lo que más te atraería de esta modalidad? ¿Lo has hecho ya?
Ya ves que yo estoy pensando en hacerlo, así que me gustaría mucho conocer tu opinión.