Aunque estoy todavía disfrutando del buen tiempo, la verdad es que siempre tengo un ojo puesto en mi armario para ir pensando en tenerlo todo listo para la próxima temporada.
Así, puedo revisar mi ropa con calma y prepararme como a mí me gusta, sabiendo con un poquito de antelación cuáles van a ser las piezas básicas, esas que quiero tener sí o sí porque son las que van a llevar las instagrammers con más estilo.
¡Y yo quiero estar ahí de las primeras!
Toma nota de estas 5 piezas claves para tu armario de otoño
Seguramente te tendrás que comprar alguna cosa si quieres estar al día, pero otras puedes rescatarlas del fondo de armario y actualizarlas con algunos detalles.
Por eso me gusta mucho adelantarme. Así, en cuanto el termómetro baja un poco, soy de las primeras en salir a la calle con el look otoñal a punto.
¿Quieres hacer lo mismo que yo? Toma nota:
1. Plataformas: vuelven los 70
O los 90, si quieres, porque en esa década también estuvieron muy de moda. En moda todas las tendencias son de ida y vuelta, y ya tardaban en verse por la calle esos zapatones de suela muy gruesa en todas sus variantes.
Son las plataformas planas o flatforms, y te permiten ir varios centímetros más alta (hasta donde quieras llegar, porque pueden ser muuuuuuy altas).
A mí personalmente me encantan porque me permiten llevar tacones sin la incomodidad de un stiletto. La plataforma ayuda al pie a mantener su postura natural y, si no abusas del desnivel, puedes aguantar todo el día sin bajar el ritmo.
Y lo mejor es que puedes encontrar casi cualquier tipo de calzado con plataforma, ¡no hay límites! Desde el zapato de vestir más elegante hasta unos sneakers deportivos, pasando por botas, sandalias, zapato abierto… todo se puede llevar con unos centímetros extra.
Aquí lo importante es la espontaneidad y la comodidad (ya sabes que la tendencia sigue siendo el look natural), y pocas cosas hay más artificiales que caminar con miedo porque los tacones te molestan.
2. Camisas con cuello babydoll
Otra de las tendencias del año que se mantiene y que veremos de nuevo cuando empiecen a bajar las temperaturas: los cuellos amplios en camisas y vestidos.
Oirás que se llaman de distintas maneras: cuello de bebé, cuello bobo o babero, de Peter Pan y otros nombres. Aportan un aire infantil, algo naif, y para mí tienen una inspiración romántica clarísima.
Aunque hay muchas formas de cuello de bebé, en general tienen dos solapas de gran tamaño, que suelen estar adornadas con bordados o lazos, o rematadas con encajes.
Para que de verdad sean cuellos babydoll tienen que ser XL y ocupar, si no los hombros completos, al menos más de la mitad. Y deja que llamen la atención, porque de eso se trata.
Si lo llevas en una pieza de grandes mangas abullonadas, completas el efecto.
3. Chalecos de punto para abrigarte… lo justo
Siempre hay que tenerlos en el armario. A veces se quedan atrás durante algunas temporadas, pero esta es una prenda que sabemos que vuelve siempre. Solo hay que esperar un poco para sacarla de nuevo a la calle.
Y además, este año, vuelve con fuerza, en todas sus versiones.
Este otoño vamos a ver en la calle chalecos entallados de corte clásico, como aquellos que formaban parte del traje de tres piezas de toda la vida, aunque modernizados para ajustarse al siglo XXI.
Lo puedes llevar con un pantalón de sastre si necesitas un look un poquito formal para ir a la oficina, por ejemplo.
Pero también con faldas algo más divertidas. Sigue llevándose el look preppy, pero puedes ponerle toques más informales que personalicen el estilo.
Otra opción son los chalecos de punto, tanto monocolor como con sus clásicos rombos. En cualquier versión sigue manteniendo cierto aire de college británico que funciona tan bien.
4. Prendas de cuero (o efecto piel)
No tienen que ser de cuero animal, basta con que lo parezca. Muchas estamos ya apostando por el cuero vegano, mucho más sostenible y respetuoso.
Pero lo importante: una o dos prendas de este tipo van a ser imprescindibles en tu armario de otoño. Ya sean unos pantalones, falda, chaqueta… o un total look de efecto piel.
Si tuviese que elegir un tejido ganador, sería este, sin ninguna duda. Tanto para outfits diarios como para salir. La clave va a estar en los complementos.
5. Sastrería: volvemos al trabajo
En el último año y medio poco nos hemos vestido para trabajar. El teletrabajo nos ha cambiado los ritmos y los looks, pero poco a poco volvemos a la oficina y por eso reaparece en las calles la ropa un pelín más formal.
Digo un pelín porque el traje de chaqueta ya no es la típica prenda aburrida que tienes en el armario solo para reuniones serias, sino que te permite asistir a cualquier tipo de evento, ¡incluso hacer un afterwork que se alarga!
Hacerse un traje sastre a medida es un lujo cada vez más asequible, pero en las tiendas encuentras cantidad de variaciones interesantes, ya sea con pantalón o falda.
La tendencia es jugar con las formas, colores y estampados, y buscar la combinación que más te apetezca: pantalones de pinza, chaquetas entalladas, faldas midi...
Y un truco para llevarte todas las miradas: deja la camisa en la percha, abotona la chaqueta al máximo y completa tu outfit con un collar o un colgante llamativo que dé un toque de color. Por ejemplo, el Siara Turquoise. ¡Serás el centro de atención!
¿Tú también haces lo mismo que yo, revisas tu armario y lo preparas para tener siempre las prendas-tendencia de la temporada? Cuéntame cómo te organizas, porque seguro que tienes trucos que me encantará conocer.