Hoy te traigo uno de mis descubrimientos recientes: las pulseras de hilo.
Que ya sé que no es nuevo, pero yo me he animado hace poco a crear mis propios diseños y me he dado cuenta de que es una actividad que me encanta. Es imaginativa, relajante y me da mucho juego para hacer regalos sorpresa que triunfan.
¿Ya has probado a hacerlas? Te cuento algunas cosas y seguro que te animas.
Pero te advierto: una vez que empiezas, ¡es un vicio!
Cómo empezar: elige los materiales para tus pulseras de hilo
A lo mejor también las conoces como pulseras de macramé, pulseras de nudos o incluso pulseras de la amistad (eso es porque empezarás a regalarlas a amigas y amigos, son tan bonitas que querrás que todos las lleven).
En realidad todas esas denominaciones se refieren al mismo tipo de pulseras: las que se hacen, normalmente a mano, a base de trenzar los hilos o encadenar unos nudos sobre otros.
A mí me gustan mucho porque ponen un punto de color en las muñecas o los tobillos, y además aportan un look natural que es tendencia, así que es buen momento para prestar atención a estas pulseras.
Además, como yo elijo los colores, me centro en las gamas que más me gustan y pruebo combinaciones.
Para tejer hace falta ir ganando habilidad poco a poco, como en cualquier actividad artesana o manual. Es posible que las primeras pulseras de hilo que hagas no queden como a ti te gustaría, pero enseguida ves que no es nada complicado.
En cuanto tengas unas pocas “horas de vuelo” tu técnica empieza a mejorar rápidamente y ya puedes ponerte a ensayar diseños más atrevidos.
Pero vamos por partes. ¿Qué necesitas para empezar? La verdad es que muy poca cosa. Anota:
Lo primero es lo más fácil: unas tijeras y un mechero para sellar los cabos del hilo o el cordón que utilices.
Después tienes que buscar un soporte, algo a lo que puedas enganchar un extremo de la pulsera y que mantenga un poco de tensión para poder trabajar.
¿Te doy ideas? Por ejemplo, puedes utilizar un imperdible grueso capaz de aguantar algunos tirones. Lo enganchas a algún lugar estable y que te resulte cómodo para sentarte a tejer.
También puede ser una pinza de las que se utilizan para sujetar papeles, que suelen ser bastante fuertes.
O lo que tú veas. La idea es que sujete un extremo mientras tú tejes en el otro.
Y por último, necesitas lo más importante: hilos.
En realidad puedes tejer tus pulseras con prácticamente cualquier tipo de hilo o cuerda fina: cáñamo, seda, lana, algodón, nylon, plástico… Lo más habitual es el hilo encerado, por su resistencia, y variedad de colores. Es muy duradero, fácil de manipular y no se enreda. Así que para empezar es el que te recomiendo.
¿Ya lo tienes todo? Solo te falta encontrar un rato tranquilo para empezar a trenzar.
¿Estás iniciándote o eres una experta? 3 tipos de pulseras de hilo
En cuanto te metas en este mundo vas a ver la cantidad de posibilidades que tienes. Empezarás por las pulseras más sencillitas, pero luego vas a querer intentar creaciones más ambiciosas.
¡Es que una pulsera de hilo puede ser una joya! ¿Te enseño algunas?
1. Pulseras planas
Son las más sencillas y por eso solemos empezar a practicar con este tipo de pulsera.
Yo las hago con hilo encerado, eligiendo las combinaciones que me encajan más en ese momento.
En cuanto dominas la técnica de anudado, puedes hacerlas tan anchas como quieras, simplemente añadiendo más hilos al comienzo.
Personalmente, me gusta combinar distintos anchos, con una pulsera plana y otra más fina y con otro tipo de trenzado.
2. Pulseras con diseños
Cuando ya tienes algo más de práctica, llega la hora de probar. Hay patrones que enseñan a hacer distintos tipos de nudos, y ahí sí que ya no hay límites.
Se pueden llegar a crear auténticas maravillas, como pulseras de macramé con cierre dorado y dominar las formas: círculos, óvalos o zig-zag, entre otros.
3. Pulseras con abalorios, piedras o apliques
¡Estas son mis favoritas! Es el paso más allá, de forma que una pulsera de hilo puede convertirse en una joya.
La forma más sencilla de probar es empezar a jugar insertando abalorios en el diseño. Se consiguen creaciones preciosas, como estas.
Cuando ya lo tienes dominado, puedes lanzarte a por las piedras preciosas. elige la que te guste y teje tu pulsera alrededor. Es lo que he hecho yo con mi colección Candy.
La verdad es que me encantaría que probases y me cuentes qué te parece. Yo cada vez estoy más enganchada, haciendo mis propios ensayos y experimentos.
Te puedo asegurar que en poco tiempo se avanza mucho, y puedes hacer auténticas maravillas.
¿Me enseñas tus diseños?